Por: MsC. Enma Colina Bruzón.
El más universal de los cubanos José Martí,
en su corta vida tuvo una intensa labor como político, escritor, orador,
profesor, diplomático, hijo, padre y esposo, entre otras facetas en que fue
protagonista. El objetivo esencial
de su vida estuvo en función de la independencia de Cuba y de la
América.
El legado martiano ha trascendido hasta
nuestros días como referente a seguir por todos los pueblos del mundo, su
máxima de: Patria es Humanidad, lo ha convertido en paradigma de estos tiempos
en que la ciencia y la tecnología ha sobrepasado los espacios culturales de los
pueblos.
Se viven tiempos apocalípticos, la
irracionalidad en la época postmoderna
no se corresponde con los niveles alcanzados en el desarrollo de algunos
países. Las guerras emergen en el Medio Oriente, los países se han fraccionado, Europa se multiplicó y con ello
los conflictos étnicos. Los ricos son minorías
multiplicando sus riquezas y los pobres son cada vez mayorías.
Los partidos políticos en el Capitalismo
son cada día menos auténticos y los programas de gobierno que proponen más
demagógicos. El liderazgo popular conspira contra las condiciones adversas en
que se mueven los mecanismos del poder en un mundo globalizado y unipolar.
Martí de diversas maneras aborda desde el siglo XIX las causas de algunos de
los conflictos que hoy enfrenta la humanidad, los que serán tratados en
próximos espacios temáticos
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