Por Alejandro Leyva.
Sobre este extraordinario hombre Martí
sentenció”…tiene tanta fuerza en el brazo como en la mente…”. Esta concepción
del héroe cubano y universal sobre Maceo era expresión cabal de la dimensión
del titán y con ello rompía con una visión limitada a lo militar. Baste solo
citar aquellas sabias palabras como respuesta a una periodista que le insistía
en qué creía sobre una posible alianza con Norteamérica en la lucha contra
España. De manera firme el Titán respondió: …”esa sería la primera vez que
lucharía al lado de los españoles…” y más adelante agregaba”…es mejor subir y
caer con nuestros propias fuerzas que contraer una deuda de gratitud con un
vecino tan poderoso…”.
Sus palabras trascienden hasta nuestros
días, la alerta aún sigue teniendo plena vigencia. Recordar a Antonio Maceo
necesariamente hay que remontarse a aquel fatídico 7 de diciembre de 1896,
apenas hacía un año del reinicio de la lucha por la independencia y caía en
combate uno de sus principales arquitectos. El junto a Gómez y la incalculable conducción
del héroe de Dos Ríos habían tejido con paciencia propia solo de los grandes
los pilares de la contienda de los cubanos para alcanzar una verdadera
independencia.
Quiso el destino que en los potreros de
San Pedro, Punta Brava la bala enemiga impidiera a Antonio completar su obra ya
gigante. Muchos de sus compañeros de lucha y amigos hubiesen ofrecido sus vidas
por preservar aunque fuera un día más la de él. Eso explica la actitud valiente
y sin límites de Panchito Gómez, quien sin pensar en su destino no dudó en
servir de escudo de su inigualable jefe, quizás por naturaleza propia o por
herencia directa o quizás por ambas pero lo cierto es que junto a Maceo quedó
tendido su joven cuerpo y para la historia quedó como símbolo de valor y
patriotismo, los cubanos le rendimos permanente tributo.
Este 14 de junio tiene especial
significado pues el mundo hoy vive los mayores peligros, Cuba permanece
amenazada por el mismo enemigo ante el cual El Titán jamás se doblegó y América
Latina está más necesitada que nunca que se le recuerden a sus héroes, en ellos
está la más pura inspiración para seguir la lucha por los pobres. Antonio Maceo
es uno de ellos. Recordarlo desde tierra de otro Titán constituye un verdadero
honor a ambos. Maceo y Chávez, cuánto dieron por sus pueblos y cuánto se les
negó por el destino, pero eso si el legado de ambos se mantiene vivo en
millones de cubanos y venezolanos.
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