viernes, 13 de junio de 2014

Antonio Maceo y Grajales. El Titán de Bronce.

Por Alejandro Leyva.

Sobre este extraordinario hombre Martí sentenció”…tiene tanta fuerza en el brazo como en la mente…”. Esta concepción del héroe cubano y universal sobre Maceo era expresión cabal de la dimensión del titán y con ello rompía con una visión limitada a lo militar. Baste solo citar aquellas sabias palabras como respuesta a una periodista que le insistía en qué creía sobre una posible alianza con Norteamérica en la lucha contra España. De manera firme el Titán respondió: …”esa sería la primera vez que lucharía al lado de los españoles…” y más adelante agregaba”…es mejor subir y caer con nuestros propias fuerzas que contraer una deuda de gratitud con un vecino tan poderoso…”.

Sus palabras trascienden hasta nuestros días, la alerta aún sigue teniendo plena vigencia. Recordar a Antonio Maceo necesariamente hay que remontarse a aquel fatídico 7 de diciembre de 1896, apenas hacía un año del reinicio de la lucha por la independencia y caía en combate uno de sus principales arquitectos. El junto a Gómez y la incalculable conducción del héroe de Dos Ríos habían tejido con paciencia propia solo de los grandes los pilares de la contienda de los cubanos para alcanzar una verdadera independencia.

Quiso el destino que en los potreros de San Pedro, Punta Brava la bala enemiga impidiera a Antonio completar su obra ya gigante. Muchos de sus compañeros de lucha y amigos hubiesen ofrecido sus vidas por preservar aunque fuera un día más la de él. Eso explica la actitud valiente y sin límites de Panchito Gómez, quien sin pensar en su destino no dudó en servir de escudo de su inigualable jefe, quizás por naturaleza propia o por herencia directa o quizás por ambas pero lo cierto es que junto a Maceo quedó tendido su joven cuerpo y para la historia quedó como símbolo de valor y patriotismo, los cubanos le rendimos permanente tributo.

Este 14 de junio tiene especial significado pues el mundo hoy vive los mayores peligros, Cuba permanece amenazada por el mismo enemigo ante el cual El Titán jamás se doblegó y América Latina está más necesitada que nunca que se le recuerden a sus héroes, en ellos está la más pura inspiración para seguir la lucha por los pobres. Antonio Maceo es uno de ellos. Recordarlo desde tierra de otro Titán constituye un verdadero honor a ambos. Maceo y Chávez, cuánto dieron por sus pueblos y cuánto se les negó por el destino, pero eso si el legado de ambos se mantiene vivo en millones de cubanos y venezolanos.


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