Por Juan Oro
Las internacionalistas cubanas que
desarrollan su labor en la República Bolivariana
Venezuela, celebraron ayer el 54 aniversario de la Federación de Mujeres
Cubanas (FMC); organización que fue creada con el propósito fundamental de la incorporación de
la mujer a la sociedad y al empleo, así como al programa de cambios sociales y
económicos en marcha. El objetivo de
incorporar a las mujeres a todas las actividades productivas, políticas,
culturales, no partía solo de una reivindicación social y económica, su fin
esencial era lograr el despliegue de su personalidad, el desarrollo de sus
potencialidades para alcanzar su total realización como seres humanos plenos,
investidos de todos sus derechos.
Para Fidel el proceso de participación
de la mujer en la sociedad era una Revolución dentro de la Revolución como
expresó en la V Plenaria Nacional de la FMC en 1966: “Y si a nosotros nos
preguntaran qué es lo más revolucionario que está haciendo la Revolución,
responderíamos que lo más revolucionario que está haciendo la Revolución es
precisamente esto; es decir, la Revolución que está teniendo lugar en las
mujeres de nuestro país”.
Aunque, queda mucho camino por andar en
la búsqueda de la plena igualdad de la mujer, son innumerables los logros
alcanzado en este sentido: las mujeres son el 58% de los médicos, más del 70%
de los jueces y fiscales, el 16,9% de los socios de la ANAP, 31% son
ingenieras, 29% Trabajadoras por Cuenta Propia, 46% de los cuadros en el sector estatal civil,
50% de los delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular , 48,86%
Diputadas, 41,9% de los miembros del Consejo de Estado y 41,7% de los miembros
del Comité Central del PCC. Constituyen además el 66% de la fuerza técnica y profesional del
país, y el 48% de los investigadores del país.
La Federación de Mujeres Cubanas, celebró
en marzo pasado su IX Congreso en el que se propuso iniciar un nuevo ciclo de
labor dedicado a preservar las conquistas de la Revolución cubana y el
perfeccionamiento de la sociedad. Entre los retos más importantes que enfrenta
la organización se encuentran: el fortalecimiento de la capacitación de los activistas
y trabajadores sociales, así como la incidencia de las representantes de la FMC
en los consejos de escuelas; incrementar la presencia de temas de género en los
planes de estudio de la educación superior y promover aún más cuestiones como
la maternidad y paternidad responsables e incluir un enfoque de género en las
políticas informativas de la nación.
Las federadas cubanas que hoy se
encuentran cumpliendo esta hermosa y compleja labor solidaria con la patria
grande, son dignas herederas del ejemplo de Vilma que al decir de su amiga
Estela de los Santos era una“(…) imprescindible mambisa del siglo XX,
combatiente de las trincheras de ideas y de las trincheras de piedras, peleadora
incansable por la justicia, ser humano que nos enseñó a enfrentar la
adversidad, e incluso la muerte, asistida siempre por dos grandes fuerzas que
sostuvieron y animaron su preciosa vida: el amor y la ética”.
Pareciera que Martí se hubiera inspirado
en nuestras misioneras cuando afirmó: “Esta mujer cubana, tan bella, tan
heroica, tan abnegada, flor para amar, estrella para mirar, coraza para
resistir”.
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