Por Liborio.
El presidente Nicolás Maduro, el día de
ayer 23 de septiembre de 2014, con su habitual alegría no solo puso a percutir
un par de tumbadoras en una escuela del Bronx donde se reunió con diferentes
movimientos sociales y líderes comunitarios, recordando al mundo el joven que
todavía es con ganas de percutir y bailar. Pero no pasó inadvertido por el
presidente en su visita la suerte de los presos políticos en cárceles
norteamericanas. Con la euforia de un escenario enardecido por sus palabras
expresó…“Presidente Barack Obama, creo
que le quedan dos años, en estos dos años lance ese mensaje que quede para el
tiempo. Dele la libertad a Oscar López Rivera y dele libertad a los tres
cubanos que tiene presos”.
En ese sentido, llamó al presidente
norteamericano Barack Obama a tener un gesto generoso, con altura y bondad,
respecto a los luchadores antiterroristas cubanos.
Los 5 acusados injustamente a largas penas
de prisión por el ejercicio del amor al prójimo no solo de su país, pues su
labor no solo monitoreaba el desempeño
de estos grupos contra Cuba sino incluso
posibles actos en el propio territorio norteamericano. Lo injusto de su
encierro ha sido reconocido internacionalmente por prestigiosos organismos
internacionales en materia de derechos humanos.
En la actualidad se lidera una
jornada de solidaridad mundial por la liberación de los tres que restan en
cárceles norteamericanas que debe concluir el próximo 6 de octubre cuando
nuevamente recordemos al mundo que falta la justicia por aquel abominable acto de voladura de un avión
cubano perpetrado en Barbados en el año 1976 y que los perpetradores están libres
en Miami, lo que hace a la luz del tiempo más justa la causa de los cinco.
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