Por: Msc: Enma Colina Bruzón.
Una de las metas
literarias que tuvo Martí fue la de escribir el libro de la vida, una especie
de reflexiones acerca de la existencia, sin embargo su corto tiempo por este
mundo no se lo permitió, sí dejó para la posteridad más de 300 crónicas sobre
diversos temas y aconteceres en los que tuvo participación directa e indirecta
y que aparecen publicados en los periódicos para los que colaboró durante más
de once años, entre 1881-1892. El cubano mayor escribió
una novela y un cuento, la primera: Amistad funesta y el segundo: Amor
con Amor se paga, tradujo libros del inglés al español, entre otros
trabajos de ese tipo que realizó por encargo, sobre ellos dijo:.. títulos
dan los reyes; pero de ennoblecimiento del alma, ninguno mayor que el que se
saca de los libros.
La lectura fue para
el Apóstol hábito cotidiano, se cultivó con los conocimientos de los libros más
actualizados de su época, sobre ellos dijo que: consuelan, calman y redimen,
desentrañó a Tolstoi, Witman, Alan Poe, entre otros grandes literatos, de ellos
escribió bellas crónicas que hoy se
consideran dignos homenajes a través de la pluma de quien fue tan inmenso como
ellos. De Martí hoy se
recogen en sus obras completas en más de cinco tomos un extenso y rico
epistolario con el que estableció nexos, vínculos y relaciones muy entrañables
con la familia, amigos, amigas, compañeros de lucha al establecer una
clasificación sobre los libros dice: Hay libros en que parece que va acuñado el corazón, y hecho páginas y
letras, donde se ve agonizar la esperanza y sangrar la vida(…) hay libros que es un dolor
verlos(…) hay libros de gala, escritos con el corazón: que excusan con su sinceridad
las ligerezas del juicio; libros como acuarelas, con un color que tiene algo de
rosa y de miel, y una gracia como de pluma de ave blanca; libros de perla,
leche y oro.
Martí tuvo la visión
de prever en muchos temas que solo eran de interés para poco tiempo y de otros
que servirían para la posteridad y al respecto señala. Tales van los tiempos que el
libro, que es mozo de mañana, ya peina canas por la noche. Si es libro de
ciencia, cuando acaba de imprimirse ya resulta viejo. Se ha de llegar a lo que
la época necesita: el libro diario…cada libro nuevo, es piedra nueva en el
altar de nuestra raza.
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