Por Liborio
Tres son los prisioneros cubanos
en cárceles norteamericanas desde el 12 de septiembre del año 1998. Dos de
ellos ya fueron puestos en “libertad”. Pero seguimos insistiendo que son 5, y a
veces nos preguntamos ¿por qué? y es muy sencilla la razón. Fernando y Rene,
además de las férreas restricciones que sobre ellos pesan, jamás serán libres
mientras sus hermanos Gerardo, Antonio y Ramón sufran el ostracismo de la
cárcel, cruel y despiadada al que el imperio los sometió por echar su suerte
con los pobres de la tierra e impedir como bien lo hicieron que se cometieran
actos terroristas contra su pueblo.
La jornada de solidaridad que
días antes comenzó en Caracas con una velada en la Casa de las Primeras Letras-
tan cerca de Bolívar y el Apóstol- continuó esta semana que cerró, el viernes
12 en la comunidad “Cinco Héroes Cubanos”, en la avenida Bolívar. Toma
deportiva y cultural, jornada de salud fue lo que las misiones cubanas
brindaron a la joven comunidad, y para el cierre un mega concierto de los talentos
de la misión Cultura Corazón Adentro, donde venezolanos y cubanos se fundieron
en una abrazo cultural para decir ¡Libertad ya, 16 años es mucho tiempo!
Sentidas palabras de Fredy
Bernal, nos calaron el corazón. “Cuba es la patria de la solidaridad, ustedes
nos enseñaron lo que es ser solidarios” y rememoraba aquellos primeros
instantes cuando subieron a los cerros
de Sucre los primeros colaboradores, por allá por la carretera de la Guaira. Y
con razón decía que la causa de los cinco tiene que ser mundial, porque se ha
enraizado el aquello del terrorismo bueno y del terrorismo malo y ellos
representan la verdadera esencia de la lucha contra ese flagelo. La jornada
continua hasta el 6 de octubre, cuando connumeraremos otro aniversario de la
barbarie del crimen de Barbados y le
recordaremos al mundo que todavía, la justicia no aparece para esas familias de
cubanos, guyaneses y de otras partes del mundo mientras Luis Posada Carriles el
perpetrador sigue libre y mimado en
Miami, pintando coloridos cuadros que para nada tienen que ver con su
retrograda y retorcida mente.
La lucha no termina con el fin de
la Jornada de solidaridad mundial, debe ser parte de nuestras vidas por un
mundo mejor; porque los niños de Gaza regresen a sus escuelas, porque finalicen
los raid aéreos sobre ese territorio; porque se acabe la guerra en Irak; porque
Siria construya su propio destino como decidió su pueblo; y por tantas y tantas
causas por las que hay que luchar en este mundo. La libertad de nuestros
antiterroristas depende de mucho de nosotros quienes no tenemos derecho a descansar
mientras en este mundo se cometa una injusticia como la que han vivido y viven
nuestros cinco hermanos
.
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