Misioner@s cubanos en Venezuela: transformando el nuevo barrio.

Por Liborio.

La nueva sociedad que se quiere construir en Venezuela, tiene un pilar fundamental en los nuevos urbanismos. Estas modernas y bellas instalaciones construidas por la Gran Misión Vivienda Venezuela son un espacio idóneo para la creación del hombre nuevo. La realidad, sin embargo, es más compleja en estos espacios, muchos de sus moradores, sin compromiso social, se traen consigo a estos los vicios del pasado, problemas de convivencia, drogas, desidia por el estudio de la prole, entre otros problemas, que subsisten como herencia de un pasado que no se arranca de un tirón.

En la semana que corre, las misiones cubanas en el Distrito Capital, hemos realizado un diagnóstico integral a la familia, para la propuesta de resolución de estos y otros problemas. Hasta el sábado se habían censado más 4000 personas residentes en los once edificios colindantes con el eje de Parque Central. El estudio arroja la existencia de personas enfermas, discapacitadas, niños sin estudiar. Pero a su vez, un inagotable manantial de talento para el deporte y la cultura; y la resolución de muchos de sus moradores y en especial de las vocerías de los consejos comunales para que estos problemas tengan una solución de raíz, a la vez que se  transforme el entorno social.

Con razón, el presidente Maduro señalaba recientemente, que había que superar el concepto de urbanismo que nos legó el capitalismo, el de puerta cerrada, el del individualismo y del egoísmo y sustituirlo por el nuevo enfoque de la convivencia colectiva, armónica y constructiva. Esta es la nueva tarea que nos ha orientado el compañero presidente, ahora quedan muchos desafíos por delante, en primerísimo lugar la instalación de la base de misiones socialistas en estos espacios, la creación de la cobertura médica, educativa, deportiva y cultural para ir transformando el barrio en función de una vida mejor, plena para todos.  Esta acción apenas comienza, le auguramos larga vida y buenos resultados para estás comunidades que ya dieron un paso importante en sus vidas, fueron acreedores de una vivienda digna y confortable, ahora lo que resta es echar a un lado el pasado y construir, el nuevo porvenir, que es ya presente en muchos casos.