Por: M.sC. Enma Colina
Bruzón.
Los descubrimientos
científicos en el siglo XIX, estuvieron signados alrededor de las necesidades
humanas de una época en que emergía el Capitalismo como sistema económico
social, ya Francia e Inglaterra se consolidaban y los Estados Unidos crecía
vertiginosamente hacia un desarrollo a costa de comprar barato materias primas
a los países del sur y vender caro los productos elaborados, por otra parte se
preparaba para anexarse las colonias que España ya no podía sostener, las Islas
de Cuba y Puerto Rico, todo esto
aparejado de los descubrimientos científicos que introducían en el país una
dinámica a los procesos sociales, para
Martí: la ciencia es el conjunto de conocimientos humanos aplicables a un
orden de objetos, íntima particularmente relacionados entre sí.
En ese entorno de manera
paralela se crecieron las grandes rotativas de la prensa escrita y
publicaciones de textos, en medio del crecimiento de las ciencias en todas sus
aristas: las armas se perfeccionaron, la luz eléctrica iluminaba las calles de
los más desarrollados, la fotografía dejaba cifradas las imágenes de la
creación humana para la posteridad, las construcciones en todos los órdenes
fructificaron, el crecimiento de la agricultura, la ganadería, entre otras
innovaciones, aparejado todo a un medio de transporte seguro y barato como fue
el ferrocarril en su tiempo, así como la ingeniería civil, cambiaron la geografía
de algunos países, al respecto dice el Apóstol: Se debe poner tierra primero
antes de adelantar un paso en ciencia; pero no se puede hacer calzada al cielo…
Ciencia y literatura han de copiar a la naturaleza en la que lo útil va siempre acompañado de lo
trascendental.
El gran aporte científico del más universal de los cubanos,
fue el de crear un partido, el revolucionario cubano, para organizar una
guerra, que él llamó necesaria, breve y generosa, la Revolución del 95, que
debía lograr la independencia definitiva de Cuba, en el que llegó a reunir a
todos los cubanos en el exilio que deseaban la libertad de la isla, a ese
movimiento lo llamó: Con todos y para el bien de todos.
Para el cubano: Ciencia y libertad son llaves maestras que han abierto las pruebas por
donde entran los hombres a torrentes, enamorados del mundo venidero. Diríase
que al venir a tierra tantas coronas de
cabezas de reyes, las cogieron los hombres en sus manos y se han ceñido a las cienes sus fragmentos…poner
la ciencia en lengua diaria: he ahí un gran bien que pocos hacen.
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